domingo, 27 de septiembre de 2009

El Ego

En esta nota, mientras la escribo siento que si logro transmitirle con amor las enseñanzas que este tema me ha dejado, tal vez te pueda ayudar y me pueda ayudar a que en la vida todo nos cueste menos. A que perdamos menos energía y tiempo en demostrar que tenemos razón y que es el otro el que está equivocado. Recorda que es el ego el que te lleva a pensar que siempre tenes razón. El ego es tomarnos demasiado en serio a nosotros mismos. El maestro y facilitador Wayne Dyer, nos lo ha sabido enseñar, en su libro “El poder de la intención” diciendo: “Es mejor ser feliz que tener razón”.
Me permitiré hacer un juego de palabras que estoy completamente seguro que irritara a cualquier lingüista, el sí a ego, el sí-ego, te deja ciego, ciego de una ceguera que te imposibilita ver mas allá de vos mismo.
El aferrarte al ego es un “apego”, el ego se alimenta del sufrimiento, es como una alimaña que se nutre del cuerpo del dolor y no para hasta enfermarte y, por supuesto, matarte. Te sorprendería saber cuanto tiene que ver el ego con algunas enfermedades (como el cáncer, por ejemplo), ese “container” de orgullo, ira, odio, obsesión por ganar, por tener razón, imposibilidad de perdonar, de pedir perdón, admitir errores, pedir ayuda. Te pido que tengas en cuenta esta frase: “Reconoce simplemente que estabas equivocado y todos los efectos de tus errores desaparecerán”, siempre y cuando la admisión sea sincera y no una mera postura especulativa. El ego, por si mismo, genera situaciones adictivas que te aleja de toda armonía para llevarte al campo de batalla. Lo peor que te puede hacer el ego es no dejarte ser vos mismo. El ego es un dios falso, al que no debes consultar tus decisiones.
El ego no perdona y hasta que no perdones, no te liberaras de él. Así como el ego y el perdón no son compatibles, el ego y la culpa se llevan maravillosamente. Osho dice: “La felicidad es el estado de ausencia del ego”. Vos dirás que nadie es feliz todo el tiempo, yo te diría que tampoco se puede o se debe ser infeliz todo el tiempo.
El escritor argentino Julio Bevione, en su libro “Vivir en la zona”, asegura que: “El único lugar al que realmente puedes ir esta dentro tuyo”. Yo te digo, se vos mismo y no trates de ser como ninguna otra persona. El mundo necesita de todo tipo de personas, no es cierto que Dios quiera que seamos todos iguales pero sí es cierto que Dios nos quiere a todos de igual manera. Se podría decir que el ego es como un “airbag” que se infla automáticamente. Cuando se te infla el airbag (el ego) chocas, como en la vida real, pero en este caso contra la vida.
Y hablando de autos, son autos los que nos enseñan a manejar pero el más importante de ellos: la autoestima. Se confunde permanentemente al ego con la autoestima. El ego es lo que uno cree que los demás piensan de uno mismo y que además le importa mucho. Y la autoestima es lo que uno piensa de si mismo.
Diluí el ego y disminuirás tus preocupaciones, comprenderás que la aprobación de los demás ya no es tan importante y te levantaras cada mañana con menos reproches para hacerte.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Santi


Cuidado con lo que te propongas, que lo puedes lograr

Tal vez piensen que esta nota la hice solamente para hacer una nota mas sin sentido alguno, pero si se ponen a pensar esto que les voy a decir es algo que nos sucede cotidianamente. Resulta estupido e incoherente decir que hay que “cuidarse” de lo que uno se propone o quiere, muy por el contrario, habría que cuidarse de no pasar por esta vida sin haber logrado las metas trazadas. Solemos ser seres muy cambiantes y a veces lo que nos propusimos ayer y logramos hoy ya no es lo que queremos luego.
Cuantas veces pedimos algo, que luego arrepentidos queremos que desaparezca de nuestras vidas. Cuantas veces nos encaprichamos y hasta nos obsesionamos con algún trabajo o negocio o cualquier otra cosa que aunque haya habido muchas señales de que esa operación no era adecuada para nosotros lo hicimos, nos resistimos a dejar ese capricho. Pero acuérdense de esto, lo que resiste persiste.
Si lograste eso que querías pero después te diste cuenta que no era para vos solo se puede decir que metiste la pata. No dejaste que las cosas fluyeran naturalmente, forzaste la situación, te pusiste a la defensiva. Tu ego te hizo ciego y sordo a toda señal. No importa, ya paso y paso para algo, no confundamos este ejemplo de testarudez y capricho donde el ego ignora la intuición, con otras situaciones en las que contra viento y marea, un palpito, un presentimiento, el sexto sentido, lo que llamaremos la conexión divina, te hace sentir que eso es para vos. Ya sea el auto, la casa, el trabajo, el socio y, por qué no, una pareja.
Hay muchas cosas lindas en el mundo pero no siempre son para nosotros, aun teniendo el dinero para comprarlas, a veces no es el momento y otras directamente no serán para nosotros nunca. Esto, lejos de ser una desgracia, no deja de ser una buena noticia. Entendé que no tener lo que querés a veces (yo agregaría muchas veces) es una suerte.
El hecho de poder hacer algo no implica que haya que hacerlo. El propósito de la vida es dar nacimiento a lo que llevamos dentro. No des mas vueltas, es el ego el que te agobia con metas y objetivos (propósitos externos). El ego le apunta a los objetivos y somete a los espejismos de las asignaturas pendientes.
Ricky Martin dijo alguna vez que vivimos atrapados entre dos eternidades, el pasado y el futuro. Afortunadamente podemos escapar a esa trampa, vivamos el regalo de cada día. Dejemos la eternidad del pasado y sus culpas y la eternidad del futuro y los miedos que consigo trae. Recuerden la frase de Fito Páez: “Lo importante nos es llegar, lo importante es el camino”. Logremos el equilibrio entre propósito interno y externo. El propósito interno es el compromiso con el despertar espiritual, la sensación de que el espíritu te ilumina. Es el propósito interno el que transforma al propósito externo. No se puede empezar por la consecuencia. Recorda: todo trabajo debe basarse en el entusiasmo (una especie de Dios interior y motor de la vida) y en la inspiración.
La inspiración me permite crear con alegría, la inspiración es la llave del proceso creativo, puedo producir sin inspiración pero no puedo crear sin ella.
Si haces algo con inspiración haces algo que te gusta realmente, haces algo que te hace perder la noción del tiempo, y lo haces aunque te ganes la lotería ganándote toda la plata del mundo porque es algo que uno ama. Lo que viene de Dios, el don, el amor, la vocación, la inspiración, llagan para quedarse, a menos que te corras de tu misión en la vida.
Lo que viene del ego permanecerá hasta destruirte. No es malo hacer lo que a uno le gusta, ganar dinero y ser famoso. Pero recorda que ese debe ser el orden o la secuencia de los hechos. Todo llega, como suele decir el periodista Mario Mactas: “Pone el carro en movimiento que los melones se acomodan solos”.